Tiempo de cambios

Debido a la crisis sanitaria y económica a causa del Covid-19, son muchas las empresas que se han visto en la obligación de echar el cierre, otras sin embargo se han mantenido a flote e incluso han encontrado en esta pandemia una gran oportunidad para crecer, pero ¿cuál es el motivo principal por el que empresas con muchos años de experiencia en el sector se ven obligadas a cerrar?

La sociedad en la que vivimos está en una transformación constante donde los cambios ocurren rápidamente. En los últimos años, la capacidad para adaptarse y gestionar los cambios a nivel organizativo dentro de las empresas se ha vuelto una necesidad básica para asegurar la supervivencia de estas. La crisis económica mundial y los avances en tecnología digital han provocado cambios bruscos que han afectado a la demanda del mercado, modificando los hábitos de los consumidores y han dado lugar a una mayor competitividad al eliminar las barreras entre los mercados de los distintos países. Por ello, todas las empresas que se oponen al cambio están destinadas a morir, de igual forma que aquellas que no aprendan a gestionar de manera adecuada el cambio se mantendrán en tierra de nadie, sin posibilidad de crecer.

Para poder afrontar el cambio no basta con hacer acopio de diversas tecnologías o herramientas sin más. Para lograr implantarlo con éxito es preciso la unión de varios factores, partiendo de la base de una definición detallada del proyecto y de que todos los empleados estén involucrados en dicho cambio, creando un entorno seguro donde puedan asumir riesgos.

El primer paso es estudiar el estado en el que se encuentra la empresa, analizando todos los departamentos, para determinar cuales son aquellos recursos o aspectos que puedan estar creando problemas o ya no sean necesarios y por tanto se pueda prescindir de ellos. A la vez que detectar nuevas oportunidades o ideas que se adapten mejor a las necesidades de los clientes, creando prototipos que ayuden a visualizarlas.

En un primer momento, hay que identificar el objetivo que se quiere lograr y alinear las estrategias de la empresa para poder alcanzarlo. Además, será crucial establecer un plan de acción y definir los pasos a seguir para establecer las nuevas herramientas que se va a usar e identificar a las personas responsables de impulsar el cambio, es decir, los líderes. Por otro lado, hay que concretar las acciones de mejoras en aspectos como la comunicación, la motivación, el talento, la formación y el liderazgo, que ayuden a que el proyecto se desarrolle lo más rápido posible.

Como hemos dicho esta misión necesita líderes, los cuales serán los encargados de ayudar y facilitar la gestión del cambio dirigiendo al equipo, pero es importante que sean flexibles y permitan la participación, motivando y acompañando a todo el equipo en el proceso.

Es en este punto, cuando se aborda el trabajo técnico y donde se empieza a dar vida a todos los planes que se han desarrollado sobre los nuevos procesos, con la implicación imprescindible de los líderes para no crear rechazo y, por tanto, también de todo el equipo y a todos los niveles.

Hay que ser conscientes de que el cambio genera miedo, desconfianza, incomodidad e incertidumbre, ya que normalmente se producen fuera de nuestro control. Es por ello, que los empleados generan cierto rechazo en un primer momento, pues no visualizan los aspectos positivos que el cambio puede traer consigo. Para poder liderar esta transformación es muy importante que los líderes sean capaces de mostrar empatía por todos los empleados, individualizándolos y prestándoles el tiempo de adaptación que cada uno necesite para entender a lo que se enfrentan.

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